“Cuando un arquitecto descubre que la luz es el tema central de la arquitectura, es cuando empieza a ser un verdadero arquitecto».

Campo Baeza nació en España en 1946. Es Catedrático de Arquitectura de la Escuela de Arquitectura de Madrid y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Ha logrado tejer una inmaculada trayectoria como docente, además de desarrollar proyectos bajo su propia visión, reconocidos internacionalmente.
Como profesor ha impartido clases en infinidad de ciudades. Nueva York, Dublín, París, son solo algunas. Entre las universidades encontramos el ETH Zürich, el EPFL de Lausanne o la Bauhaus de Weimar, entre una lista que se extiende.
No hay duda de que Campo Baeza posee un conocimiento profundo de la arquitectura. En diversas de sus conferencias, entrevistas o libros publicados, se puede asistir a continuos manantiales de referencias, teorías e ideas que nos conducen a una visión que no teme simplificar el acercamiento y el papel de la arquitectura en torno a la figura del ser humano.
Aunque nació en Valladolid, Campo Baeza pasó su juventud en Cádiz. Quizás, de esta ciudad inundada de luz, ha heredado el amor por ella, convirtiéndola en uno de los temas centrales de su trabajo.
Su obra es rigurosa, comprometida con sus propias ideas, una obra de equilibrio entre los espacios, de volumen, y nuevamente, de luz donde el blanco suele ser casi siempre el color predominante. Como ha afirmado en varias ocasiones, los componentes de su arquitectura son dos: “la gravedad, que construye el espacio, y la luz, que construye el tiempo”.
“Llenas de luz, las casas de Baeza son concebidas para pensar, amar y vivir”.
Ha construido edificios de oficinas, museos o viviendas unifamiliares, entre otras tipologías; levantados en Rusia, Italia, Estados Unidos, España, etc. Repasando algunas de sus casas previas a Raumplan nos topamos con Casa Gaspar, de 1992, Casa Asencio, de 2001 o Casa de Blas, de 2002. Considera que las casas no son mausoleos sino espacios libres, amplios, que deben estar llenos de luz y que la lógica debe ser el principal instrumento para crearlas. Sus casas son concebidas para pensar, amar y vivir.
EL ORIGEN DE RAUMPLAN
El concepto de Raumplan significa plano espacial y fue introducido por el arquitecto austriaco Adolf Loos en la década de 1930. Su planteamiento consistió en dotar a cada espacio interior de una vivienda, de una importancia distinta en función a su utilidad, altitud o tamaño, entre otros factores.
Los construyó Villa Müller y fue en ella donde puso en práctica magistralmente su idea. Curiosamente, su obra fue coetánea a otras dos que son referentes, Villa Tugendhat en Brünn, de Mies van der Rohe, y Villa Savoye, cerca de París, de Le Corbusier.

La fachada cúbica de la casa de Loos fue alabada. Sin embargo, no se entendió la organización del interior. Para Loos el interior era lo primero, mientras que el exterior consistía en el resultado de lo que sucede dentro. Se traduce a un volumen sencillo con forma cúbica, sin ornamentos, y ventanas distribuidas con simetría asimétrica, algo similar a lo planteado por Campo Baeza en la Casa Raumplan. Loos lo plantea como una evolución hacia la tercera dimensión, una concepción libre del espacio.
El arquitecto austriaco situó los cuartos a lo largo de un mismo eje imaginario de la casa, como si rodaran en una espiral y aprovechó los espacios al máximo, tanto en áreas, como en volumen. Gracias a su visión se comenzó a hablar de espacios interiores en la arquitectura. Además, su método permitió crear un área habitable mayor en un mismo volumen y empleando menos material constructivo, disminuyendo el área de construcción y el propio costo del proyecto.
CASA RAUMPLAN, MADRID
La Casa Raumplan se encuentra en Madrid. Fue construida en 2015 por el arquitecto Alberto Campo Baeza, quien considera la luz el material más rico a nuestro alcance. Su obra se caracteriza por la intensidad, la sobriedad y la pureza.

La extensión en planta y la altura de cada habitación quedan definidas según la importancia que tengan y la función que cumplan y las sensaciones que producen las dimensiones de un espacio en las personas. Las dimensiones no quedan constreñidas en una planta rígida sino que se distribuyen a distintos niveles conectándose a través de escaleras. Los espacios quedan relacionados visualmente obteniéndose un conjunto armónico e inseparable.
Partiendo de ese principio, Campo Baeza desarrolló la Casa Raumplan. Ubicada en un terreno en pendiente a las afueras del oeste de Madrid, la más luminosa y verde de la ciudad, desde la casa se contempla el lejano horizonte de la ciudad. A medida que se asciende a la parte de arriba de la vivienda, la vista adquiere mayor protagonismo. Por esta razón, lógicamente, se construyó una casa vertical donde los espacios más públicos están en lo más alto, y así se disfruta de las estupendas vistas.
Construida bajo las condiciones que imponen las normativas, se cimentó una planta cuadrada de 12×12 metros que a su vez se dividió en cuatro cuadrados de 6×6. “Siguiendo estas trazas, se van elevando los planos del suelo, cuadrado a cuadrado, con un sencillo movimiento helicoidal. Esos espacios son de doble altura de manera que se van intersectando para producir una diagonalidad concatenada, también helicoidal”, afirman desde el estudio de Campo Baeza.

Se emplea así el mecanismo espacial del Raumplan de concatenación de dobles espacios en espiral. Dos dobles espacios conectados desplazándose verticalmente de manera que se crea un espacio diagonal a la concatenación de tres espacios diagonales en espiral, como si de un sacacorchos se tratara.
Casa Raumplan resulta impecable, un ejemplo absoluto del cuidado de cada detalle. Las aperturas en las fachadas han sido concebidas para adaptarse al movimiento de la luz natural. Las paredes blancas prístinas, acristalamiento sin marco, suelos de piedra clara, son algunos de los elementos que la dotan de una armonía íntima, sublime. Es una vivienda que nos recuerda al minimalismo japonés pero más allá de la forma, nos sumerge en esa actitud estoica de no mostrar y de contener las emociones, pues en este aspecto, la vida de Casa Raumplan sucede en el interior, y en las zonas altas.







