Las gafas de pasta se han erigido en uno de los protagonistas estéticos contemporáneos de nuestra sociedad. Perfilan la fisionomía de nuestros rostros y rescatan del ostracismo a multitud de personas brindándoles la personalidad de la que carecen. Un complemento sencillo o un statement para aspirar a ser recordado.

En un principio se atribuía a ellas ese look intelectual que ha dejado paso a un onanismo masivo y funcionalmente estético. En los años 50 encontramos a dos tipos: uno de los pioneros del rock and roll, Buddy Holly, ya las portaba en aquella época. Otro como Roy Orbison tenía que usar gafas de graduación especial para cuidar su vista. Ambos lucían lentes desafiantes de pasta negra compacta.

La película Revenge of the nerds de 1948 resulta esclarecedora y muestra códigos estéticos dignos de hoy en día con la necesidad de descontextualizarlos. Peter Sellers con su modelo de Pierde Cardin o incluso Jean LucGodard, también creían en ellas. Woody Allen -Styl Rite- desde sus tempranos inicios como monologuista lucía lentes que se han convertido en parte de su iconografía.

Sin embargo fue el actor británico Michael Caine quien en la década de los 60 transformó el rol de las gafas convirtiéndolas en un arma de seducción. Aquella década de cambio dejó atrás la tristeza de la posguerra convirtiendo el Swinging London en uno de los fenómenos culturales -moda, música, cine- más álgidos de Europa.

Caine, primero en la película The Ipcress File de 1965 en la que interpreta a un espía, y especialmente gracias a su personaje Alfie en la película homónima de 1966, da fe de que cualquier comportamiento posterior resulta impostado. Luciendo gafas de Oliver Goldsmith, y convertido en Alfie, un chofer londinense mujeriego y con ese acento cockney tan marcado, estableció las gafas como el elemento estético contemporáneo hace 50 años.

Goldsmith es una de las compañías con más tradición entre las firmas disponibles en nuestra óptica. Esta marca británica fue fundada en Londres en 1926 por Philip Oliver Goldsmith, un comercial de una pequeña firma de gafas. En 1935 su hijo Charles Goldsmith empieza a trabajar en la compañía con el objetivo de convertir las gafas en un accesorio de moda.