
Para que John Cage trascendiera como compositor y teorista musical, su pivote fueron el ruido y el silencio. A un lado de la armonía, con esos elementos despertó su amor por la composición y la vida misma. Mientras él exploraba nuevos confines, a su público lo contagiaba con impaciencia, sorpresa y vértigo: “La experiencia sonora que yo prefiero por encima de todas es la del silencio”.
Erika Silgoner traslada en fondo y forma la filosofía de Cage al montar “4John”. La coreógrafa italiana trajo a Panamá la cuarta obra de su compañía Esklan, que ella fundó en Milán en 2015, ante un flamante Teatro Nacional reabierto.
4John, interpretada por 5 profesionales de la danza contemporánea, se apoyó en la sublime (y a la vez incómoda) destreza de Chiara Corradi, quien sorprendió a una audiencia enmudecida por una propuesta que coqueteaba con lo absurdo y lo bello de las relaciones entre personas.
Silgoner empujó los límites del silencio en el escenario. Dejó que cuerpos hablen en conjunto y en sincronía, inmersos en abismos silentes, interrumpidos, no por melodías sino por ruidos nauseabundos. A 27 años de su muerte, el sonido de John Cage nos sigue dejando en silencio.
Ficha técnica: Obra: 4John Coreografía y dirección: Erika Silgoner Compañía: Esklan Arts Factory Lugar, fecha y contexto: Teatro Nacional, ciudad de Panamá | 7 de octubre de 2019 | Festival Prisma 2019 Texto hecho en colaboración del Festival PRISMA 2019.