Etiqueta: Teatro

  • Descarga el estudio de industrias creativas de Panamá

    Descarga el estudio de industrias creativas de Panamá

    El Ministerio de Cultura de Panamá, presentó el resultado del Estudio de Industrias Creativas de Panamá. Este estudio está basado en los datos recopilados gracias a la campaña ¡Súmate Ya!, que incentiva a la comunidad creativa y cultural nacional, a registrarse y compartir información sobre sus proyectos, creaciones y talentos.

    El diseño de políticas públicas es significativo cuando se sustenta en datos fidedignos de la realidad cotidiana de los ciudadanos que construyen a diario un país.

    El presente estudio analiza la información generada por miles de ciudadanos que trabajan y se desempeñan en las Industrias Creativas y Culturales y del Turismo Cultural de Panamá, abarcando un amplio espectro de actividades que permiten un nuevo acercamiento a uno de los sectores más dinámicos de la economía de nuestro país.


    Objetivos del estudio:

    Autoridades e investigadores esperan que la información contenida en el documento sea de utilidad para el fortalecimiento y desarrollo de las Industrias Creativas y Culturales y del Turismo Cultural de Panamá.

    ¿Cómo se dividen las industrias creativas de Panamá?

    Créditos y agradecimientos

    El Estudio Nacional de las Industrias Creativas y Culturales de Panamá – Septiembre 2020 (primera edición), fue realizado por el Ministerio de Cultura de la República de Panamá.

    Créditos:

    • Ministro de Cultura de Panamá: Carlos Aguilar Navarro
    • Viceministro de Cultura de Panamá: Gabriel González
    • Secretario General del Ministerio de Cultura: José Ismael Herrera
    • Directora de Economía Creativa: Maru Gálvez
    • Consultor: Cristóbal Muñoz
    • Investigador: Gerardo Neugovsen

    Agradecimientos:

    A las 7,765 personas del sector creativo y cultural que completaron la encuesta Súmate Ya del Ministerio de Cultura


    Si deseas más información visita el sitio web de CREA EN PANAMA, programa del Ministerio de Cultura, para el de desarrollo de Panamá a través de la economía creativa sostenible con miras al 2030.

    Ver más contenidos en la versión digital de

    Revista ELEMENT ONLINE

    https://www.instagram.com/p/CFDjCAzhOci/?utm_source=ig_web_copy_link

  • Francisco Arias Paredes es la nueva plaza del Microteatro

    Francisco Arias Paredes es la nueva plaza del Microteatro

    Hay una bonita estampa de Panamá que, sin estar en el Casco Antiguo, se encuentra estancada en el tiempo, y todavía, con buena ayuda de las artes, puede presumir de ello. A la plaza Francisco Arias Paredes la rodean desde hace muchas décadas edificios bauhaus, neoclásicos y bellavistinos; en los últimos años ha recobrado su mejor rostro en mucho tiempo y en hace pocos meses le han sembrado el mejor germen para que en ella surja la vida misma: el Paseo de las Artes.


    Al espacio de esta plaza que da hacia la avenida Perú, un grupo de empresarios de las artes le han instalado 7 coloridos galpones, con la intención de encapsular obras de microteatro dentro de ellos. Cualquier incauto que le tome de sorpresa esta instalación, mientras camina una noche cualquiera por esta plaza, verá la industrial intervención, junto a los nuevos kioscos, mesas y banquetas de pallets. Y si al desprevenido, la coincidencia lo arrojó una noche entre jueves y domingo, verá que allí hay arte vivo para repartirle en cantidad y calidad.

    Presumamos que al incauto lo impulsa la curiosidad y más que preguntar, se anima a experimentar. Encontrará una taquilla, donde le ofrecerán un menú de 7 obras de microteatro. Escogerá el combo de obras, o la única de su preferencia, y esperará. Disfrutará del espacio abierto con su compañía, de la oferta de bocados, bebidas y artesanías, hasta el momento en que lo llamen por unas bocinas que hasta entonces lo amenizaban con agradable música. Un anfitrión chistoso le dará la bienvenida y lo acompañará al galpón en donde por 15 minutos vivirá a la distancia de un brazo el trabajo de actores, dramaturgos, músicos y técnicos por darle vida a cualquier historia.

    Si tuvo la suerte de ver Esperando a Godot, nuestro afortunado saldrá del claustro con la inquietud de entender al maestro Bécquer, y la maravilla causada por la genialidad de los jóvenes actores que dieron vida a la más grande obra del absurdo, en ese relativo instante; y si salió de ver al Elefante de Venus, pasará el tiempo recuperando el aire de las carcajadas compartidas entre todos. Y a medida que repita el proceso y siga viviendo más obras, pensará en la infinidad de este formato, y en la vida que le espera por delante a esta histórica plaza.

    Conversando con el creador

    Parte del gusto de la experiencia en el Paseo de las Artes, puede estar en conversar con Miguel Ferro. A él se le ve por la plaza cruzando entre banquetas, saludando a los viejos amigos y a los que está por conocer, agradeciendo la visita con sonrisas, o coordinando algún detalle antes de que la siguiente obra se monte en las tablas. Miguel está cambiando por momentos de aires y siendo un nuevo por estas calles, ya conoce a profundidad la industria escénica de Panamá. Junto a Gustavo Gómez, Miguel es el responsable de este proyecto, que es una buena copia del que también emprendieron juntos en el distrito artístico de Wynwood en Miami, FLA. y que les ha traído los tantos frutos que esperan aquí replicar. Al preguntarle a Miguel por el vértigo de emprender con esta categoría, industria y fórmula, él contagia con el sentimiento genuino de quien hace las cosas por amor y convicción.

    “Este es el espacio que se suma a la escena teatral de Panamá, tratando de dar la mayor cantidad de oportunidades a una disciplina que es tan difícil vivir de ella como lo es el teatro. Tengo el privilegio de tener una hija actriz (Andrea Ferro). Eso me da todo el amor que reafirma el compromiso y mi pasión por el teatro. Hace unos 10 años empecé como cofundador del microteatro junto a Jorge Monje, que en paz descanse, en Downtown Miami. Entonces abrí el Paseo de las Artes de Doral, una ciudad muy pujante con diversas culturas. Tuvimos la oportunidad de desarrollarlo y hasta que no pudimos continuar, nos mudamos a Winwood siguiendo esa misma pasión”.

    Se trata de algo muy nuevo aquí. 

    “Esto es una labor de amor, de pasión. Pero más allá hay un sentido de respeto por una profesión que, de una u otra forma, siempre nos vemos alterados de lograr vivir de ella. Cuando veo que mi hija, que tiene una formación teatral importante, está todo el tiempo buscando oportunidades, me digo: tenemos que servir de centro de oportunidades y ¡claro! lo que tiene este formato es que abre la puerta a muchos actores, porque son 7 pequeñas salas; los espectáculos son de 15 minutos, y para el actor eso se convierten en un taller teatral maravilloso, ya que podrá repetir la obra 7 veces por noche, 28 por semana y ciento y tantas por temporada. El personaje termina convirtiéndose en parte de sí mismo y si se lo toma en serio, termina siendo el taller de teatro más lucrativo porque no le cuesta (risas)”.

    En cuanto a la audiencia, ¿cómo pensaron en esto?

    Lo que estamos tratando de hacer es acercar al millenial, al joven. En EEUU estábamos viviendo un proceso muy duro donde los teatros los visitaban personas de la tercera edad, personas que en sus países antes de migrar iban al teatro. El tiempo pasó y el destino los borró. Veíamos cómo las salas iban reduciendo la cantidad de gente. ¡Era básicamente que se nos estaba muriendo la audiencia! (risas). Llegamos para reafirmarle a los jóvenes que sí se pueden entretener con el teatro, que puedes incorporarlo en tu agenda y que es barato. Puedes ver una obra de $5 dólares, o tres de $15 con un trago por $20, y estás dos horas disfrutando del buen arte de los amigos. Estamos ayudando a convertir esto como un centro de acopio para toda la comunidad artística de Panamá, (a la que le pido) que esté consciente de que aquí tienen su espacio, y que nosotros les diremos que sí. Y ya luego asumimos las consecuencias (risas).

    ¿Cómo empezó todo aquí?

    El valiente de todo esto es mi hermano (del alma), Gustavo Gómez. Fue él quien me dice “vamos a hacerlo en Panamá” y yo, sorprendido, vine. Pude ser testigo de lo que sus ojos veían (…) Él me dijo que sí lo podíamos hacer. Me enamoré de Panamá, de los productores, los directores y actores panameños, porque antes de montar esto me reuní con todos, y todos me decían “¡dale, dale!” Y yo me decía ¡qué lugar más mágico donde los productores y directores son los primeros que te dicen “ven”!, cuando lo normal es que exista cierto celo cuando los mercados son pequeños, y se avecina la apertura de una mayor oferta que puede tender a robarles su demanda. Pero la idea nuestra es que crezca la demanda, que la oferta se sume, que todos los teatreros nos sumamos y podamos convertir a Panamá en el centro de artes escénicas de Centroamérica. Y es el lugar privilegiado. 

    ¿Cómo encontraste el nivel de nuestro teatro?

    El año pasado vine al 80% de todo lo que se estaba montando al momento de venir. Fui a La Plaza, La Estación, el ABA, etc. Todo lo que vi tenía un nivel muy, muy alto. Llegué a ver (100 metros cuadrados) la obra de (la directora) Mercedes (Gintoli), porque soy muy amigo de Juan Carlos Rubio (dramaturgo español y escritor de esa obra). Les dije a ambos que era el mejor montaje que había visto, y ya yo he visto 3 o 4 distintos. 

    Aparte estás recuperando una plaza que no terminaba de despegar del todo.

    Cuando vine quería un lugar abierto. Y claro, tuve detractores con comentarios cuando decíamos que íbamos a la plaza Francisco Arias Paredes. Pero no se trata del lugar al que vamos sino de nosotros. Vinimos a ayudar a que, a través de nosotros, él lugar se acomode a nosotros. Y mira que es mágico. La gente viene y la pasa rico, la plaza está llena de verde e imágenes bellísimas alrededor. Miras esto en una foto amplia y dices ¡wao, es la esencia de nosotros, los latinos! Estamos anclados en el centro del corazón de Panamá. 

    Estás por terminar la primera temporada. ¿Cuáles son tus primeras impresiones?

    El balance a esta fecha, a cinco semanas de haber abierto, no es más que una emoción positivísima y agradecimiento al panameño por abrirnos la puerta y su corazón, esperando al público porque venga y disfrute. 

    Sobre la oferta de tus obras: en Panamá tienden a dominar las comedias, ¿será similar acá?

    Es una de las cosas que más me cuido. La comedia es un género, pero tenemos también una parte de formación al público de drama. Tenemos que darle teatro absurdo, que la Universidad de Panamá ha llevado con una pluma de seda el texto de (Gustavo Adolfo) Bécquer de Esperando a Godot, de una manera impecable; también improvisación teatral, con El Elefante de Venus, que me encantó. Hablé con alguien de confianza profesional que es Ron Chávez, uno de los de Improvisto de Venezuela. Le dije que tenía al Elefante de Venus y me dijo ¡Qué lujo, Miguel… ellos son buenísimos! 

    También veo que traes obras estrenadas en Wynwood, FLA.

    ¡Y viceversa! Lo hermoso que tenemos por la tranquilidad de que el negocio es nuestro. es que podemos llevar obras y actores panameños a nuestra sede en Miami. De hecho, estamos muy emocionados que estrenamos, en simultáneo, dos obras en Miami de dos autores panameños: una de (Arturo) “Tuto” Wong y otra de Aaron Zebede. Tendremos en Facetime en simultáneo a los actores de aquí con los de allá, porque estrenamos el mismo día, en dos países. Es muy emocionante. Por cierto, los dos textos son sensacionales. ¡Qué talentazos hay en Panamá! La idea es promover el intercambio cultural porque al hacerlo realmente refleja lo que es el teatro: una actividad sin fronteras.