Los Parques Nacionales de Panamá son verdes y trémulos, y además sirven como excusa para recordar algunos versos de Federico García Lorca. Más allá de las tragedias narradas por el poeta granadino, estos espacios ofrecen auténtica naturaleza, y también, la oportunidad de reconciliarnos con nosotros mismos.

El Parque Nacional Altos de Campana es el más antiguo de Panamá. Fundado en 1966, constituye un entorno de suaves montañas, las cuales, se convierten en el escenario de diversas actividades de ecoturismo.
Uno de los grandes atractivos del Parque es su cercanía con Ciudad de Panamá, pues se encuentra a unos 50 kilómetros al oeste de la ciudad, en la provincia de Panamá, lo que supone una vía de escape oportuna, e imagino que en muchas ocasiones, necesaria.
Lo cierto es que más allá de la belleza y el poder energético que este lugar puede en nuestro interior, la cuenca hidrográfica del Parque es de suma importancia porque forma parte del sistema de abastecimiento del Canal de Panamá: valedora de toda una industria que genera miles de millones de dólares.
Desde la cima
Altos de Campana cubre grandes laderas que se elevan por encima de la costa del Pacífico. Desde Cerro Campana, el punto más alto del parque con 850 metros de altitud por encima del nivel del mar, podemos contemplar una impresionante vista de los manglares en la desembocadura de Punta Chame, e incluso en días con el cielo despejado, divisar la isla Taboga en el océano Pacífico.
En el interior de este Parque Nacional encontramos un valle divido parcialmente por un estuario que serpentea entre sus diversas estribaciones, y que lo convierte en una atracción pintoresca y encantadora.
Es entonces cuando la presencia de un sendero de 1.3 kilómetros nos brinda nuevas alternativas que nos permitirán explorar el valle y atravesar distintos terrenos y bosques tropicales en los que nos encontraremos con rocas, cruces de ríos, vegetaciones extremadamente densas y distintos animales. Caminarlo nos sumergirá en el corazón de Campana.
Además, cabe señalar la herencia volcánica del Valle de Antón, pues a pesar de la antigüedad de su última erupción todavía se pueden apreciar campos de lava y rocas ígneas sembradas en el Parque.

Hogar de aves
Se calcula que en Altos de Campana viven en torno a 267 especies de aves que migran o viven en el parque durante todo el año. Entre esas especies hallamos algunas aves que están en peligro de extinción en otras regiones de Centroamérica como es el caso del colibrí pico de hoz, el colibrí patirrojo o el colibrí pechiverde, entre cientos de aves.
Su fauna también concentra 39 especies de mamíferos como los monos tamarinos de Geoffroy, coaties, perezosos de tres y dos dedos, y muchos más. Además, el Parque es el hogar de más de 62 especies de anfibios y 86 tipos de reptil.